pero déjame la aurora y la armonía
en la torre de mi pecho.
Yo soy uno que visita
tu mundo,
uno desnudo y despacio.
Uno suave como una caricia,
uno sencillo como una gota de agua.
Y déjame pisar tu nido
como suave luz
o identidad invisible.
Tengo un verano dentro, un sol incombustible que me irradia los ojos. A veces un incendio una hoguera que me broncea la piel y me aclara e...
No hay comentarios:
Publicar un comentario